Una investigación realizada en Andalucía, concretamente en la Universidad de Granada ha desarrollado una manera distinta, y curiosamente sencilla, de detectar, dónde se encuentra localizado el llamado “amianto invisible” en nuestras ciudades.
El origen del trabajo de esta investigación ha sido un catálogo de la empresa Uralita, empresa española especializada en la fabricación, durante mucho tiempom, de materiales de construcción cuya base fundamental era el amianto. Catálogo éste, de los años cincuenta en el que esta empresa ofrecía una gran variedad de estos productos realizados con ese mineral, abarcando desde cubiertas y tejados, pasando por elementos para la conducción de agua, como tuberías, o canalones, llegando hasta persianas o incluso elementos de uso decorativo.
Durante los años setenta y ochenta se construyeron millones de edificios en nuestro país utilizando estos materiales y por lo tanto, con amianto, que llegó a convertirse en un elemento obligatorio por legislación de la construcción en estos años.
Sin embargo aún incluso a día de hoy no existe un catálogo de edificios afectados.
El método de detección desarrollado es sencillo y muy visual. Sirviendo para localizar los edificios sospechosos de contener amianto y consiste en comparar fotografías aéreas.
Utiliza como base de trabajo una ortofotografía que el Ejército estadounidense realizó entre 1956 y 1957. Con más de 59.000 fotografías desde aviones, esta ortofotografía, ofrece una visión muy distinta a la actual de España, y anterior incluso a la del boom urbanístico de los sesenta.
Por ejemplo, en Granada, ciudad donde se ha desarrollado el estudio, basta superponer ambas imágenes para descubrir que barrios enteros se levantaron en aquellas décadas en las que el amianto era obligatorio en la edificación. Así se puede comprobar que zonas como las del Camino de Ronda y Alhamar, el Zaidín, Jardín de la Reina, están afectadas.
Esta información debería servir para advertir y concienciar a los ocupantes de estos edificios de que, cuando vayan a realizar reformas en sus hogares, ha de tener presente, el riesgo de que algunos materiales resulten tóxicos.
Se deben utilizar estrictas medidas de seguridad cuando se manipula el amianto, por ejemplo, en la demolición de un inmueble. Es obligatorio encapsular la zona, sellarlo todo mientras dura el trabajo, utilizar medios de protección individual adecuados, como guantes y mascarillas especiales. Y tanto estos trabajos de detección, de retirada, como de gestión de los escombros, deben estar realizados y recibir un tratamiento especial por parte de empresas cualificadas.