Un equipo de investigadores que trabaja en el Hospital Universitario del Valle de Hebrón y componenetes del grupo de Neumología del Valle de Hebrón Instituto de Investigación (VHIR), de Barcelona, ha logrado demostrar con los resultados obtenidos en su estudio, que una de las principales causas de la fibrosis pulmonar idiopática es la exposición a los edredones y almohadones de plumas, así como también a aves y hongos en cantidades mínimas pero persistentes.
La importancia del estudio, que ha sido realizado sobre un total de 60 pacientes que fueron atendidos entre los años 2004 y 2011 en las consultas externas del Servicios de Neumología del hospital, a juicio del Doctor Jefe del Servicio, es que abrirá una nueva vía en el diagnóstico y tratamiento de esta patología, ya que la identificación de sus causas permitirá prevenirla y evitar que evolucione hacia fases avanzadas o graves.
Con este estudio se demuestra que detrás de la fibrosis pulmonar idiopática puede haber una neumonitis por hipersensibilidad crónica, enfermedad sobre la que el equipo de este hospital es referencia a nivel internacional. El primer caso de neumonitis por hipersensibilidad a pájaros lo publicaron en 2011 en Medicine. También acumulan amplia evidencia sobre esta patología en el ámbito laboral, y entre 1980 y 1987 realizaron un amplio estudio que vinculó la descarga de soja en el Puerto de Barcelona con 800 casos de asma y hasta 25 fallecimientos.
Se calculan 10.000 casos en España
El equipo del Valle de Hebrón ha informado sobre la fibrosis pulmonar idiopática, reconocida desde 1940, que se caracteriza por que los dos pulmones fibrosan o cicatrizan progresivamente y pierden elasticidad, lo que dificulta la inspiración y provoca que el paciente pierda paulatinamente capacidad respiratoria. Esta enfermedad afecta a unos 10.000 pacientes en España (2.000 en Cataluña) y tiene una incidencia de entre 10 y 20 casos nuevos por cada 100.000 habitantes y año. En los últimos diez años se han ensayado varios fármacos antifibróticos con el objetivo de aumentar significativamente la supervivencia de los pacientes, que es de pocos años. El trasplante pulmonar es una solución pero no para todos.
Este trabajo ha sido publicado en ‘The Lancet’ y obliga a ampliar las guías de práctica clínica.
Hay que tener en consideración no sólo los agentes externos que pueden penetrar en nuestros edificios, en nuestros hogares, sino también, aquellos elementos que voluntariamente y por desconocimiento, introducimos nosotros, ignorando que pueden sernos perjudiciales.